Y es que ser madre no solo es tener la responsabilidad sobre una persona, es sentir su apoyo, su amor y su energía, es repensar tus sueños y tus anhelos. También las condiciones cambian entre las mismas familias, por ejemplo, hay madres que tienen trabajos muy exigentes que demandan tiempo, hay otras que pueden trabajar desde casa o son amas de casa; hay madres que les gusta hacer manualidades y crear desde cero todos los cojines, manteles y cubrecamas de la casa, hay otras que su fuerte es mantener organizadas las finanzas del hogar. No hay ninguna mejor que la otra, porque todas aman incondicionalmente a sus familias. Ellas quieren que todo esté en orden y controlado, por eso, tratan de hacer ellas mismas casi todo el trabajo y solucionar todos los problemas de sus hijos. Puede ser sola, en compañía de tu pareja o amigos.
Así me pasó a mí mucho tiempo. Lo necesitaba demasiado, tanto que no sabía quién era yo, tanto que no me permitía fallar, fracasar, equivocarme. Un desgaste infernal. Menos mal que el tiempo lo va poniendo todo en su sitio. Desde los 7 años he querido ser madre. Siempre andaba rodeada de niños y mi instinto maternal me ha acompañado toda la vida. Mitificaría el dolor de lo que no me gustaba, el dolor de las injusticias y el dolor de no llegar a anatomía lo que quería ser.