Seducción Ada Funes La seducción se ha convertido a lo largo de los años en un arte. Todas las personas somos diferentes en el amor, por tanto, no hay un método infalible para conquistar a otra persona, ya sea hombre o mujer, sin embargo, hay ciertas técnicas que funcionan mejor que otras a nivel general. La psicología de la atracción Atraer a otra persona no implica que tengas que tener un cuerpo perfecto, el aspecto físico pasa a segundo plano cuando queremos atraer a alguien. El motivo es que hay una serie de aspectos que nos resultan agradables de esa persona y hacen que queramos tenerlo a nuestro lado. Hay muchos estudios sobre la psicología de la atracción que relevan las técnicas que mejor funcionan con hombres y con mujeres.
Conclusión El origen del miedo al alergia Durante gran parte de mi biografía, esto es lo que me sucedía cada vez que salía y veía alguien que me gustaba: En la mayoría de las ocasiones, tenía baza miedo a que me rechazara que ni siquiera intentaba hablar con ella. Y así regresaba a casa confusión tras noche. Si me atrevía a presentarme, al cabo de 5 minutos ya no sabía que decir. Entonces ella se excusaba y decía que tenía que marchar. Cuando se lo pedía, en la mitad de las ocasiones no me lo daban. Y en la otra mitad no me respondían las llamadas. Prefieres no embarcar tu autoestima y quedarte con la duda de lo que hubiera pasado, a correr el riesgo de llevarte un rechazo. Porque sería la acreditación de que no eres tan atractivo ni interesante como tu ego te quiere hacer pensar. A tu soberbia no le mola nada que le pongan a prueba.
En realidad, no es complicado imaginar qué puede interesar a una mujer en un hombre, aunque cada una de ellas sea un mundo diferente. Ya se sabe, una personalidad divertida, afable, entretenida o cariñosa es importante —especialmente en el largo plazo—, pero no lo es todo. Cuando un joven accede a un puesto de asunción por encima de lo que su edad real haría esperar, es congruo frecuente que se deje crecer una tupida barba. Es la conclusión a la que llegó una investigación realizada por Barnaby J. Dickson y Paul L. Vasey, que señalaba que la barba envejece, a cambio de constituirse en signo de distinción social. La razón probablemente sea evolutiva, ya que como señalan los antropólogos que realizaron el estudio, la aparición o conservación de la barba en el anatomía humano podría haberse debido a una forma de selección natural intragrupal. Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Abertay Dundee en Escocia llegó a la conclusión de que a las mujeres, lo que de verdad les pone, es un buen sistema inmunológico. Es lo que señalaba el reciente estudio realizado por la Universidad de Tennessee-Knoxville, en el que se señalaba que la biología cada vez tenía menos peso en las decisiones adoptadas por las mujeres y, por lo tanto, empezaban a anteponer otro tipo de hombres, menos fuertes físicamente.