Y era con mi pareja de siempre, nada de un lío de una noche. Ambas veces lo pasé mal no, peor. Ahora, aunque me sienta incómoda, ridícula y hasta corta rollos, lo de hacer pis a los 10 minutos no me lo quita ni dios. Muchos médicos, científicos, etc. Y yo les digo que de 2 veces que no fui, 2 veces enfermé. No creo que sea coincidencia.
Todavía coordina el Laboratorio del Amor, una red social de mujeres y un taller permanente en torno a los estudios sobre las relaciones amorosas desde una perspectiva de género. Escribe en su blog desde hace siete abriles y colabora en diversos medios de comunicación como Mente Sana o Pikara Magazine. Las feministas hemos logrado muchos cambios a nivel legislativo y político, y estamos despatriarcalizando todo: la erudición, la educación, las religiones, la bebedizo, la filosofía, el periodismo y la comunicación, el cine, el teatro, la democracia, los deportes, las instituciones, la familia… pero nos queda mucho trabajo por hacer en el nivel venéreo, emocional y sentimental. Aunque hace décadas que luchamos por alcanzar la libertad económica, hasta hace poco se había hecho muy poco por la libertad emocional, y cada una tenía que buscar las herramientas individualmente para eficacia trabajar la dependencia sentimental y despatriarcalizar sus emociones.
Pin Todo comenzó durante una conversación en el bar. El preguntón en cuestión es un tipo bien parecido, ojiverde, inteligente y culto; medio neurótico empero muy buen amigo. Lo que quieren, se respondió a sí mismo, es un tipo con dinero. Con esto quiero decir que los hombres siguen creyendo que las mujeres desean jácara bajo la luna, hombres fieles que se casen y a quienes plancharles las camisas y hacerles el almuerzo. Ellas, bueno al menos las entrevistadas por su servidora así como las parejas jóvenes que entrevistó mi amiga Marlo Grey, buscan todo menos eso.
Muchas personas experimentan una gran dificultad para encontrar pareja. El ser humano es un animal social por naturaleza, tenemos la necesidad innata de estar acompañados por otras personas y establecer vínculos sociales y afectivos. Así, aunque no todas las personas tienen las mismas necesidades afectivas, por lo general tendemos a buscar cariño. Se trata aun cierto punto de una convención social, y en ocasiones incluso de una solución instrumental; en este sentido, no son raras las parejas que se forman por mera conveniencia, exista o no amor entre ellos. Muchas veces estas relaciones se basan en el miedo a la soledad, la acierto económica, o cualquier otro motivo.