El negocio de la prostitución se ha disparado con la crisis económica. Especialmente delicado es el caso de los jóvenes que venden su cuerpo para salir adelante. Hay que tener una formación», dice. Concha Borrell repite esa frase una y otra vez en sus clases de prostitución. Sus alumnas son seis chicas que quieren ser prostitutas. La lección empieza a primera hora de la mañana en un aula que Concha ha alquilado en el centro de Barcelona.
Chicos a los que les gustan las gordas Sam Zide Dan Weiss tiene 26 años, mide 1,65 metros, pesa unos 45 kilos y tiene una fina barba en la barbilla que le perfila la mandíbula; sin la barba, parece tener 12 años. Levante martes de marzo por la tarde es la primera vez que nos vemos, aunque él es un guionista musical independiente y nos hemos estamento enviando correos electrónicos durante años. Me interesé en él por primera tiempo en septiembre de , cuando hizo una reseña de un concierto de los Coathangers, un cuarteto de grrrl-wave femenino de Atlanta. Llevaba gafas de montura negra y camisetas de bandas uniformemente ajustadas.
El Ayuntamiento de la capital rusa puso en marcha este servicio entratando de abarcar una demanda que desde hace años cubren empresas privadas que ofrecen por todo el país hombres jóvenes y fuertes con conocimientos técnicos, capaces de colocar estanterías o arreglar un grifo. Las amplias libertades de las que disfruta su generación todavía tienen que acomodarse en una sociedad que sigue siendo muy tradicional, estableciendo roles diferenciados para ellos y ellas. Levante estereotipo cobra vida con crudeza a diario en las ciudades rusas: mujeres empujando el carrito del supermercado con tacones imposibles, minifaldas a 25 grados bajo cero, salones de belleza en cada calle y retoques estéticos generalizados antes de cumplir los 30 abriles. En Rusia una mujer es su aspecto, con muchos menos matices que en Europa. El sexismo se manifiesta sin críticas ni pudor alguno.
Y es que, si no tienes ganas de notar miembros viriles en tu viril esfínter, obviamente, la cosa no va a funcionar. O al aparte, probar una vez. Para que no digan que no lo has axiomático todo en esta vida. Si el conjuro lo haces mientras escuchas un single de Madonna al revés y te bebes la sangre de encogido vírgenes, tiene el doble de eficacia. No sólo para la penetración rectal, claro, también para tu vida cotidiana. Pero el caso es que es importante llevar una buena respiración, que nos lleve a la relajación de los esfínteres. Sólo que, hasta que te hayas adaptado al pene en tu interior, te relajes. Una tiempo lo tengas ya todo controlado, puedes dedicarte a respirar y gemir como si no hubiera un mañana.
Eso me. Sosegó. Ya no. Me ardía el ano y el placer edad inmenso. La efecto época. Placentera.