En pliego adjunto le envío una nota bien detallada y comprensiva de todas las mejoras efectuadas en Peleches bajo mi dirección, para gobierno de usted antes de salir de Sevilla. Celebraré que le satisfaga. Díceme usted que le envíe abundantes noticias, que sean así como a modo de pintura fiel de Villavieja en su estado actual, mirada por fuera y por dentro, porque hace muchos años que la ha perdido usted de vista y desea, cuando a ella vuelva, no pisar como en terreno desconocido. De mejor, ni un ladrillo, ni un clavo, ni una teja. No parece sino que se le dio el castigo con el nombre que se le puso. Aquí anda «la francesada» todavía tan fresca y tan rozagante como si hubiera pasado por Villavieja antes de ayer.
Tengamos juicio. Oyóse el estridente correrse del pestillo, entreabrióse la puerta, y, beneficencia a la luz que cada interlocutor tenía en su cuarto, pudieron entreambos verse perfectamente. La puerta quedó separada de su marco cosa de un palmo, y por aquel espacio alargó don Juan ambas manos, estrechando entre ellas una de Cristeta, que ésta tuvo la caridad de no jubilar. La alegría retratada en el faz de don Juan le acusaba redondamente de mentiroso. Que con esta maldita puerta me hago daño. Estaban en lo cierto. La situación era propia de sainete. Cristeta tenía el cuerpo echado hacia adelante, para que facultad Juan pudiera estrecharla el talle, y él, ansioso de no perder lo conquistado, había metido medio cuerpo por entre puerta y marco; con lo cual, en vez de personas formales, parecían chiquillos jugando al escondite. Entra en mi cuarto, o déjame que entre en el tuyo, y hablaremos tranquilamente.
Soy una peluquera muy caliente Cuando acabé el bachiller no tenía claro que quería estudiar. Si sabía lo que deseaba desde que era pequeña, cuando descubrí mi sexualidad. Cuando acabe la academia trabajé en una peluquería poniendo los rulos y dando tintes, empero mi sueño seguía en mi intelecto. Mi teléfono no dejaba de admitir llamadas y wasap, y comencé mi periplo por casas y bloques de pisos. Pero eso ahora ya no importa, porque anuqué soy lesbiana tengo que tener algo de bisexual, ya no deseo que me penetren los hombres tampoco me dan asco sus pollas jajajaj. Después de enjabonarla perfectamente comencé a dar pasadas con la maquinilla de afeitar, enjuagando la acero en mi cubito pequeño, una de mis manos agarraba su chocho gratuito de su gordo bollo a un lado y a otro para agilizar el paso de la cuchilla. Clara me mandó un wasap pidiendo detalles, al llegar a su céntrico y elegante piso me llevó a un cuarto con cama alta de masajes, me dijo que la instaló porque un masajista le da un amasamiento cada semana. Era un chochó bastante grande y distendido por la época, me gustó; era como una ensaimada apetitosa bailando entre mis manos.
69 besos con cabo, posturitas. Te recibo. En sitio discreto y tranquilo. Me desplazo. A hoteles y domicilios Me encanta seducir a un macho, usar todas mis arma para conseguir el mejor de los encuentros macizo de morbo y placer. Soy una. Sirvienta bastante cariñosa y apasionado, adoro los besos y las gachas, disfrutar de esa complicidad en la familiaridad.