Esta es una verdad tan antigua como la humanidad. Al referirme a Dios no lo hago desde una perspectiva religiosa, aunque yo profeso la mía en particular. La Biblia, el libro sagrado de la cristiandad, trae numerosos ejemplos de este tipo de comunicación de Dios con el hombre tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En ella vemos también la acción de dos personajes que se destacaron gracias al don que recibieron para interpretar los sueños. El primero fue José, el hijo de Jacob, quien interpretó los sueños de Faraón. El segundo, Daniel, reveló e interpretó los sueños de Nabucodonosor durante el exilio de las tribus de Israel en Babilonia. Por otro lado, algunos textos budistas y taoístas tratan el punto de manera similar.
Los siete sacramentos de la Iglesia católica son bautismo, eucaristía, confirmación, matrimonio, orden sacerdotal, reconciliación y unción de los enfermos. Estos sacramentos son reconocidos todavía por la Iglesia ortodoxa y la Iglesia copta. Se entiende por bateo un signo sensible y eficaz de la gracia divina, y un aire para alcanzar la santidad. Se dice que los sacramentos son eficaces, pues en ellos se hace realidad lo que significan.