Es muy singular el don que tiene Madrid, con ser tan grande en comparación con una aldea, para vulgarizar tipos, acreditar frases y poner motes. Lo que el marqués deseaba con tan descomedidas ansias, era un hijo varón; pero llegaron a pasar tres años, y lo deseado no venía. Al cumplirse los cuatro hubo grandes barruntos de algo. La entregaron inmediatamente al pecho mercenario de una nodriza; y por la razón o el pretexto de que su madre no había quedado para atender a los cuidados molestísimos de su crianza, se acordó que la nodriza se la llevara a su aldea, en el riñón de la Alcarria.
Tales preguntas marcan el rumbo cardinal del presente trabajo. Elaboración de contenidos: Adriana Irun y Mirtha Lezcano. Diseño e ilustración de tapa: Mario Casartelli. Diagramación de contenido: Vicente Figueredo. ISBN: - - - Tirada: 1. Por permitimos ser: madres, hermanas hijas, compañeras, amigas. Espacios írnoslos.
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