Aunque hay tantos gustos como días, los hombres tienen muy claro qué cualidades debe tener la mujer de sus sueños. A pesar de que cada individuo tiene sus propios requerimientos a la hora de buscar pareja, hay unos que se repiten en la mayoría de casos. Todos ellos han sido recopilados por Louanne Ward, una experta que se dedica a ser la celestina de los millonarios. Cada uno le transmite cómo quiere que sea la fémina ideal para él. Y, curiosamente, hay atributos que se repiten en las peticiones de la mayoría de los hombres. Los ricos buscan mujeres que sean, sobre todo, inteligentes, ya que mantener conversaciones cultas con ellas es una prioridad Entre los rasgos físicos, encontramos en primer lugar la sonrisa. En efecto, lo que a él le enamora al cien por cien es tu sonrisa, asegura Ward. El top 4 lo completan el trasero y el pecho, por ese orden. A estos atributos femeninos le siguen las piernas, el cabello largo, pies agradables y manos cuidadas.
Entretanto tanto, ella disfruta de paseos en yate, cenas elegantes en medio del mar, restaurantes lujosos y hoteles de cinco estrellas pese a estar en paro y sin papeles. Esta colombiana de 29 años es profesora de arte y reside desde hace nueve meses de forma ilegal en nuestro país. Sin embargo, su ocupación como sugar baby a espaldas de su marido le permite mantener este astronómico tren de vida mientras espera para regularizar su situación en España. Ella ofrece compañía, afecto y conversación a hombres maduros a cambio de una colaboración. Se trata de un aberración procedente de Estados Unidos que ha llegado con fuerza a España. Ellos proporcionan un ambiente de lujo y grandes cantidades de dinero. Mientras baza, ellas ofrecen su compañía, que asiduamente, incluye relaciones sexuales.
Esta fue la conclusión a la que arribó una investigación de la Facultad de Economía de Londres LSE por su sigla en inglés. Fuente de la imagen, Getty Images Pie de foto, Los servicios también incluyen asumir de asuntos privados, como compras de ropa u organización de vacaciones. La investigación muestra cómo apoyan un elocución de vida resguardado y fortificado para los superricos del planeta. Quienes trabajan en esas oficinas son profesionales que trabajan a tiempo completo e incluye a expertos en inversiones, asesores inmobiliarios, economistas, expertos en fideicomisos y abogados. Trabajan para una sola familia, de la misma forma que una academia tiene su propio personal. En tiempo de contratar asesoría externa de banqueros y financieros, estas oficinas familiares manejan esa información de manera interna y privada.
Él, esperando con su chaqué hecho a medida y los gemelos bañados en oro decorando los puños de su camisa. Familiares por doquier ataviados con pamelas y pajaritas. Una orquesta tocando de fondo un vals -mejor antedicho, EL vals- y cientos de móviles retransmitiendo en directo la estampa. No, no estamos describiendo una escena de telefilme. Casarse por todo lo alto es el sueño compartido por miles de personas en el mundo. Claro que para llegar a este edad hace falta que dos personas se dirijan al altar, y no siempre es tan sencillo encontrar a algún que quiera casarse con uno. Brete que sobrepasa cualquier rango social y afecta también a los superricos hombres de mediana edad. Al menos en lo que respecta a decir el 'sí, quiero'.
Por falta de oportunidad Se conocen desde hace seis años. Por eso, le dice a la BBC, no tenía la oportunidad de conocer gente, y decidió pagar por sexo. Robert ha estado casado durante muchos años. En todos los otros aspectos, nos llevamos de maravilla; pero en la yacija, no. Robert guarda todo el dinero que puede para comprar sexo. Por evitar el dolor Mientras que Robert considera el pagar por sexo como una manera de preservar su boda, Graham, de unos 30 años, llegó a creer que era la mejor forma de evitar la complejidad de las relaciones. Durante los primeros 30 años de su vida, el exfuncionario gubernamental pensó que nunca sería el tipo de persona que daría dinero a cambio de relaciones sexuales. Una chica los llamó, dos de los hombres la descartaron diciendo: Podemos conseguir una mejor.